La loma de Igueriben (I).

Frontera de Melilla. Al fondo, el monte Gurugú. Agosto 2011









En 1912, Francia cedió a España una franja de territorio de unos 20.000 kms cuadrados en el norte de Marruecos que incluía la zona montañosa del Rif. Así surgió el Protectorado Español en Marruecos. No tardó mucho tiempo España en percatarse de que lo que en realidad le había sido "ofrecido" no era otra cosa que la administración de un territorio belicoso que un poco antes había dejado patente, muy cerca de Melilla, su inequívoca hostilidad (desastre del Barranco del Lobo, 1909). 


El foco principal de la resistencia se organizaba en la bahía de Alhucemas y el Comandante General de Melilla, general Silvestre, en 1920, planeó un avance hacia esa posición. Hasta mayo de 1921, la expedición progresaba rápidamente sin apenas oposición, logrando adentrarse 130 km al oeste de Melilla. Sin embargo, pronto se puso de manifiesto que el éxito de esa incursión había sido un espejismo.


Las fuerzas militares se organizaban en pequeños fuertes generalmente ubicados en lo alto de lomas y montañas desde donde se podía divisar y controlar una amplia franja del territorio. La distancia entre ellos variaba entre 20 y 30 kms. Sin embargo, esa dispersión de los efectivos implicaba serios inconvenientes. Las posiciones elevadas carecían de suministro propio de agua y había que traerla casi a diario empleando reatas de mulas que en ocasiones tenían que adentrarse varios kilometros en su búsqueda. También resultaba complicada una posible retirada o una maniobra de salvamento en caso de que fueran sitiadas.

El preludio del desastre aconteció en el mismo mes de mayo de 1921. El campamento base de Silvestre con el grueso del ejército, desde el cual planeaba el avance final hacia Alhucemas, estaba situado en Annual, a unos 60 kms al oeste de Melilla. En contra de las órdenes de su jefe, el Alto Comisario de España en Marruecos, general Berenguer, Silvestre se dejó convencer por una delegación de rifeños "amigos" para  establecer una posición fortificada en el monte Abarrán. La reacción no se hizo esperar, el mismo 1 de junio de 1921, recién llegado un contingente de 1500 hombres, la posición fue atacada por los rifeños, sufriendo 141 bajas, entre ellas todos sus oficiales.

Animado por el éxito, el líder de los guerrilleros, Abd el-Krim, dirigió sus tropas inmediatamente hacia la posición costera de Sidi Dris pero aquí se topó con el comandante Benítez, que rechazó el ataque teniendo solo 10 heridos, él incluido, por 100 muertos en el bando rifeño. A pesar del fracaso de Sidi Dris, la toma de Abarrán encumbró a Abd el-Krim y le ayudó a convencer a los rifeños de que podían obtener un gran botín. De este modo, llegó a reclutar a 11.000 hombres.

Silvestre, en cambio, no hizo una lectura correcta de lo sucedido y lo dió por un incidente desafortunado pero aislado. Su respuesta fue adentrarse más al sur y tomar la loma de Igueriben, el 7 de junio de 1921, una posición adelantada que debía proteger el flanco sur del campamento de Annual.


Pero Igueriben correría la misma suerte que Abarrán solo unas semanas después.


Sierra malagueña de las Nieves entre Yunquera y El Burgo, patria chica del comandante Benítez. Febrero 2011